El lío de las falsas familias numerosas

Como ya dijimos hace un par de meses los embriones/fetos/óvulos fecundados podrán contar, en la Comunidad Valenciana, como hijos a la hora de solicitar matrícula (los padres, se entiende) en un colegio público o concertado. Es la ley que impulsó Juan Cotino, vicepresidente tercero del Gobierno valenciano. Esto provocará que, según esta ley, las familias con dos hijos y madre embarazada puedan ser consideradas familias numerosas incluso antes del parto de ese tercer hijo.
Sin embargo, en algunos municipios, como Catarroja (donde hay seis centros público y tres concertados, con 400 plazas), no están por la labor de aceptar semejante aberración. La Comisión Municipal de Escolarización de Catarroja decidió tener en cuenta sólo certificados oficiales de familia numerosa, los cuales no incluyen los embriones.
La Comisión considera "discriminatorio" que baste con un certificado médico que acredite el embarazo para conseguir más puntos mientras que "a las familias numerosas en las que la madre no espera un hijo se les reclame un título oficial cuyas condiciones para obtenerlo son más restrictivas". Para obtener este certificado la Administración comprueba, por ejemplo, que todos los hijos sean menores de 21 años, que convivan con el ascendiente y que dependan económicamente de él. También se comprueba que un mismo niño no compute en dos unidades familiares al mismo tiempo como en el caso de padres separados que posteriormente tienen más hijos. Ninguno de estos factores se comprobaría en el caso de las madres gestantes que carecen del documento oficial pero a las que les correspondería más puntos.
Eso sí, ante el temor que a que esta decisión se contagie a otras localidades, la consellería de Educación obligará a los colegios a aceptar los certificados de embarazo.