domingo, 18 de octubre de 2009

Red de mentiras


Esta película, protagonizada por Leonardo Di Caprio y Russell Crowe y dirigida por Ridley Scott se inserta en el nuevo cine de acción, espionaje y terrorismo surgido tras los atentados del 11 de septiembre. Sus principales bazas son la cantidad de escenarios naturales y la verosimilitud de lo que cuenta.
Precisamente esto (junto con las interpretaciones de sus actores) es lo más destacado: su inquietante verosimilitud. Esta es una historia de espías de la CIA y de la lucha antiterrorista, una lucha en la que no es tan fácil ganar como piensan en su arrogancia. Porque a pesar de sus carísimos sistemas de alta tecnología, sus aparatitos y sus satélites de espionaje, los terroristas siempre van un paso por delante en esta lucha. Tal y como se define en la película: "Nosotros vivimos en el siglo XXI y ellos en el XIX. Es por eso que van ganando". Porque en el XIX no existía Internet, ni correo electrónico ni los medios de comunicación que existen ahora. Es por eso, que pueden colarse perfectamente en cualquier sitio. Puede parecer algo paranoico (algo que no extraña en una sociedad tan paranoica como la estadounidense), pero no anda muy alejado de la realidad.
Pero lo más inquietante de la película es el personaje de Russell Crowe. Un hombre que dirige las operaciones de la CIA desde su casa, con un teléfono móvil y un portátil, mientras celebra el cumpleaños de su hijo o realiza cualquier labor doméstica.
En fin, una historia buena, bastante descriptiva de la sociedad en la que vivimos actualmente y en la que lo único que sobraba era la historia de amor que meten por medio.

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