lunes, 26 de octubre de 2009

El niño del globo y el estado del periodismo

El periodismo está perdiendo legitimidad a pasos agigantados. Y esto no es un fenómeno sólo de España. Ocurre en todo el mundo.
Un ejemplo ha sido el caso del niño del globo, que no sólo nos ha demostrado que el mundo está globalizado (y no es un juego de palabras), sino que en esa globalidad se ha podido comprobar lo mal que está el periodismo a nivel mundial.
Resulta que en los cielos estadounidenses aparece una especie de globo aeroestático (con forma de platillo volante) y unos padres dicen que su hijo viaja a borde de él. Durante dos horas, las televisiones mundiales siguen la trayectoria del globo. Al final, el globo cae y el niño no estaba en él. Estaba escondido en un armario. Más tarde se descubrió, gracias al desliz del propio niño en una entrevista, que todo había sido un "show" montado por los propios padres. Especialmente el padre tenía "antecedentes" de ser un excentrico aficionado a cazar tormentas. Además, anteriomente la familia había participado en un reality en el que dos familias intercambiaban las esposas y el padre ya había intentado una carrera como humorista. Y durante dos horas estuvieron riéndose del mundo con la complicidad (in)voluntaria de los medios de comunciación.
En España tuvimos otro ejemplo. Una leona suelta por Tarragona. Tras casi una semana de búsqueda, fue abatida. La leona resultó ser un perro grande.
Por razones como ésta, no me creo ni lo que veo por la televisión, ni lo que leo en la prensa, ni lo que escucho por la radio (aunque suelo escuchar emisoras musicales) ni lo que veo por Internet. Por si acaso.

5 comentarios:

dezaragoza dijo...

¿Y cómo te informas?.

Kurtz dijo...

Pues contrastando lo que publica cada uno. Pero no dando nada por cierto.

Catarroja Descoberta dijo...

De ahí que la intelectualidad se haya relacionado con la izquierda y la iglesia tiene más éxito por la derecha, ¡a ver quien és el librepensador que se traga un "dogma de fé"!.
De hecho la universidad siempre ha tenido fama de ser de izquierdas (muchos científicos han sido perseguidos por la iglesia), hasta que descubrieron EL PODER DE LOS MEDIOS por ello no es de extrañar que, curiosamente, la universidad católica se pueda estudiar la carrera de periodismo,

Im-Pulso dijo...

Hay jurisprudencia conforme la cual una sociedad anónima no tiene honor, bien este que es exclusivo de las personas.
Con el periodismo, cogido así por la pechera, ocurre algo similar. El periodismo es, figuradamente, una persona jurídica, pero también es una persona física, de la que forman parte personas.
Ciertamente, hay un periodismo propugnado y practicado por numerosas personas jurídicas (empresas) y físicas (periodistas) que SÍ ha perdido la legtimidad y el honor; pero también hay un periodismo de personas jurídicas y físicas que NO merece ser confundido con su "hermano".
No niego ni un ápice de valor a lo que denuncia este post, porque de forma genérica el texto constata una realidad.
Pero deberíamos, todos, dar un paso adelante y empezar a distinguir y, de paso, a castigar a ese periodismo que sí está deslegitimado y ha perdido el honor.
¡Dejemos de comprar periódicos cuyos contenidos sean mayoritariamente falacias, medias verdades y ponzoña!; ¡dejemos de sintonizar emisoras de radio y de TV dedicadas a vender basura o a justificar intereses!, pero dejemos también de satanizar de forma genérica al periodismo y a los periodistas.
Somos muchos los periodistas profesionales (y también son muchos los llamados periodistas ciudadanos) que hacemos lo que podemos y a veces más de lo que podemos para poner coto a ese periodismo que ha perdido la legitimidad y el honor. Es más, nos avergonzamos y en la parte que nos toca hasta pedimos disculpas; pero, por favor, no meternos a todos en el mismo saco.

Kurtz dijo...

Catarroja Descoberta: y no sólo eso, también Medicina y alguna que otra carrera de corte científico.

Félix Soria: vale, es cierto que no es lo mismo Gabilondo que Losantos. Y que los medios que publican falacias se mantienen gracias al dinero de los que pagan por leerlos. Pero creo que hay una crisis de descreimiento con los periodistas, similar a la de la clase política, porque son pocos los periodistas que realmente lo son. Y se ha demostrado últimamente con esas noticias que han resultado ser falsas (e incluso a mí me ha pasado en este blog).