viernes, 24 de julio de 2009

El trasnochado grito de "Gibraltar español"

Gibraltar, como tantas otras fronteras (en realidad, como tantas fronteras), es una demostración de que plantar fronteras es simplemente anacrónico. Pero no es eso de lo que quería hablar, sino de la polémica (artificial, como muchas de las que se están dando últimamente con tal de desalojar a Zapatero del Gobierno) del viaje del ministro de Exteriores Moratinos a Gibraltar y de la foto de él junto a Caruana, ministro principal de Gibraltar, y el ministro de Exteriores inglés.

El periódico El Mundo la ha calificado como "la foto de la vergüenza".



En el mismo sentido se mueven otros periódicos de derechas como ABC o La Razón, que acusaron a Moratinos de "dilapidar" 300 años de "firme reivindicación histórica".

Llegados a este punto, reflexiono y pienso (de vez en cuando es bueno pensar, lo recomiendo): "Si en trescientos años no hemos conseguido que Gibraltar vuelva a formar parte de España, ¿no es hora de cambiar de estrategia?" Es decir, ¿cómo se puede lograr ese tan ansiado objetivo; ignorando que existe Gibraltar y que pertenece al Reino Unido o con diplomacia?

Pero claro, algunos ven la diplomacia como algo vergonzoso, y lo vergonzoso como diplomático (y como ejemplo, Bush, Blair y Aznar en las Azores).


6 comentarios:

Im-Pulso dijo...

¿Estará El Mundo, quizá, promocionando otro "Perejil"?

Kurtz dijo...

Pues sólo nos faltaba eso, repetir aquella ridiculez.

mexes dijo...

Pues es vergonzoso que estuviera así 300 años...

Kurtz dijo...

Hay tantas cosas vergonzosas pululando por el mundo...

Jove Kovic dijo...

Coincido con el tono general de los comentarios y el del post. La estrategia debe pasar por aceptar la independencia del Peñón, pactar mecanismos de control de su dudoso sistema financiero y tratar de beneficiar de la situación al Campo de Gibraltar.

Kurtz dijo...

Para mí la estrategia sería cargarse todas las fronteras. Pero es tan utópico...